(hoja rescatada tras su desprendimiento y vuelo hacia la "pileta")
"Debe haber sido cuando era chiquita. Solamente sé que había una caja de lata, naranja o roja o dorada, de chocolate, de bizcochos, de dulce, que tenía un paisaje arriba, en la tapa, con un lago todo de color ámbar y en el lago unos barcos, con unas lanchas, unos veleros, que iban de un lado a otro y tenía nubes color de opalo y las olas se veían navegar tan suavemente, tan lentas y todo estaba tranquilo que daba gusto vivir allí, no en las lanchas sino en la orilla, en el borde de la caja de dulces, allí sentada viendo los botes amarillos y el lago tranquilo amarillo y las nubes amarillas. Me regalaron la caja una vez que yo estaba enferma y debí haberme quedado con ella en la cama, poque soñaba que estaba en el paisaje y a menudo sueño con eso todavía. Había una canción que cantaba mi madre que decía, suelta el remo batelero, que me inspira tu manera de remar (luego había una desagradable discusión entre la bella mujer enamorada y este batelero que no quería soltar el remo por miedo a naufragar, pero esa parte ya no la oía, porque me quedaba dormida antes y aunque no me quedara dormida, de todas maneras no la oía) y yo oía y oía la canción y me parecía que estaba allá en el borde del lago viendo botes ir y venir sin ruido en esta calma eterna."
(página 133 de Tres Tristes Tigres de G. Cabrera Infante.)

lunes
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9 comentarios:
¡Qué libro más bonito! Para jazzeros como usted.
Y para rumberos como usted!
que bonito fragmento!
Una vez leí que a C.Infante le preguntaban por la actualidad del regimen castrista, aparentemente en sus últimos años de poder, y él respondía algo así: "Como dice el proverbio chino, lo peor del dragón está en la cola".
Casi se podía adivinar la sonrisa de satisfacción del entrevistador ante semejante título servido en bandeja. Y encima de milenario origen chino!
Años después, con Castro todavía vivo, claro, le pregunté por teléfono a Infante por aquel proverbio que siempre me había quedado en rotación en la cabeza, y me dijo: "Bueno... ese es un proverbio chino de mi invención".
A mi también me gustó mucho
Yo después le pregunté a Fidel (todavía vivo, claro, aún no había muerto) acerca de ese refrán, y me dijo por chat: "Ese infante está muy cabrero".
oh, tito, don´t be that way
Perdón Daniel, perdón 48hs; es que tengo un costado troll (evítense los chistes tontos) que cada vez más me domina.
El casi perdido arte del retruécano. Es justo y oportunamente recontraCabreroInfante.
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