
Dos o tres días antes de llover, cuando prendo la televisión llega un momento (generalmente después de diez minutos del encendido) que la imágen se empieza a distorsionar en rayas anchas horizontales, haciendo casi imposible de ver, en algunos casos, los subtitulados.
Para que todo vuelva a la nitidez, es necesario apagar el televisor por un tiempo corto, y volver a encenderlo.
Cuando llega el día de lluvia, ese lapso de imagen sana es mucho más corto. Y directamente, no hago uso del aparato.
Ayer estaba viendo un interesantísimo documental sobre unos vampiros que atacaban a una población en alguna costa del Pacífico. Lo ví por la mitad, porque parece que en uno de estos días (aunque no lo parezca) puede que llueva.
1 comentario:
Es un servicio conveniente pero molesto el suyo.....imaginese viendo el resultado de la quiniela y de pronto se le de por llover...
Caradeaspirineta.
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